Terapias milenarias, tradiciones saludables

Por: Alejandro Silva

Fuente: Salud-Vida Infomed

Las terapias tradicionales, aunque se fundamentan en diversos elementos nacidos en milenarias culturas, son herramientas vigentes para la medicina actual. Terapias como la acupuntura, ejercicios como el Tai Chi y el Yoga, los masajes y otras constituyen herencias del pasado que se incorporan a la medicina para el disfrute de una calidad de vida superior.

La medicina tradicional abre las puertas hacia el equilibrio del cuerpo y de la mente con un grupo de terapias sin medicación dentro de las cuales se incluyen la acupuntura, ejercicios como el Qi Gong, el Tai Chi y el Yoga, entre otras prácticas. Asimismo, los conocimientos aportados por la medicina tradicional se han conjugado con tecnologías y saberes modernos, enriqueciéndolos. Tal es el caso de la homeopatía, la quiropráctica y la fisioterapia, por ejemplo.

Acupuntura
Desarrollada por la medicina china, la acupuntura parte de la idea siguiente: todo lo que existe en el universo se compone de dos polos opuestos en equilibrio, que se complementan. Las enfermedades aparecen por una descompensación entre esos dos polos.

La acupuntura es una terapia en la que se previenen o tratan enfermedades aplicando agujas en los puntos energéticos del cuerpo. Al ser estimulados, se modula el paso de la energía, aumentando o disminuyendo su flujo para lograr la armonía entre las fuerzas positivas (Yin) y negativas (Yang). De tal modo, se recupera el equilibrio vital y la salud. Su eficacia como analgésico puede relacionarse con la liberación de sustancias conocidas como endorfinas.

La historia de la acupuntura es muy antigua. Se cuenta que ya en la edad de piedra se usaban agujas hechas a partir de huesos o rocas llamadas “bian” para regular el flujo energético del cuerpo. Luego, más adelante, se usaron agujas metálicas, de bronce y hierro. En el Manual Ilustrado sobre los Puntos de Acupuntura y Moxibustión, escrito en el año 1026, aparecen figuras alegóricas de gran belleza, en las que se señalan los puntos acupunturales. La práctica de esta disciplina de la medicina oriental ha llegado hasta nuestros días por su efectividad.

El éxito de la acupuntura depende de la correcta elección de los puntos sobre los que se aplica y del tipo de aguja utilizada.

El doctor Du Yuanhao, del Centro de Investigación de Acupuntura China de Tianjin explicó recientemente que la acupuntura puede curar 461 enfermedades, la mayoría de ellas relacionadas con el sistema nervioso, digestivo, genitourinario, músculos, huesos y la piel.

En general se considera eficaz en la ansiedad, el insomnio, enfermedades reumáticas y desregulaciones de la tensión arterial. Sin embargo, no supera a la medicina alopática en el terreno de las enfermedades infecciosas.

Ejercicios tradicionales: Tai Chi, Qi Gong y Yoga
El Tai Chi y el Qi Gong constituyen las dos caras de una especie de gimnasia energética que utiliza el Qi o fuerza vital, fundamento de la medicina china.

El Qi Gong reactiva esa energía, desbloquea puntos de tensión para devolver la fuerza y la salud. Esto se logra con ejercicios de relajación y respiración. El Tai Chi combina la gracia con la fuerza en movimientos heredados de antiguas técnicas de combate, unido también a ejercicios de respiración y concentración, con el objetivo de prevenir la angustia y la depresión.

El Tai Chi es un arte marcial de origen chino. Se basa en el desarrollo de la energía interior mediante la suavidad y la intención. Dicha energía es el mismo objeto de tratamiento de la acupuntura y otros métodos terapéuticos tradicionales chinos. El trabajo del Tai Chi ejercita conjuntamente cuerpo, mente y espíritu. Es una práctica intensa y completa, beneficiosa a cualquier edad.

El Tai Chi utiliza movimientos lentos que relajan y fortalecen. En cada movimiento se logra un grado de estiramiento y de giro que favorece el mejoramiento de la salud. Estos movimientos producen un efecto positivo en todos los sistemas del cuerpo porque reduce tensiones, mejora la circulación y aumenta fuerza y flexibilidad. Al restablecer una circulación adecuada y liberar de tensión a los músculos, ligamentos y tendones, el Tai Chi ayuda a mantener el correcto funcionamiento de todos los sistemas, órganos y tejidos.

El término Qi Gong proviene de Qi que significa “aliento vital”, energía que anima a todo el universo y en particular al hombre. Gong se refiere a “trabajo”. O sea, Qi Gong quiere decir trabajo sobre la energía vital.

Este vocablo es relativamente reciente; no fue utilizado en su sentido actual hasta el siglo XIX. En sus inicios se conoció como Qi Kung, el cual se deriva de técnicas más antiguas tales como el Dao Yin.

En la actualidad se utiliza indistintamente Qi Kung o Qi Gong para referirse a múltiples ejercicios destinados a desarrollar fuerza física, energética, mental o espiritual o a fines terapéuticos mediante la movilización de la energía vital o Qi.

El Qi Kung o Qi Gong se puede practicar como terapia complementaria al Tai Chi. A través del Qi Kung se combina la mente, la respiración y los movimientos del cuerpo y se activa la circulación de la energía a través de los meridianos. Se fortalecen los órganos internos, se ejercitan los huesos, las articulaciones y los músculos, se promueve la respiración y el control del estrés y se previenen lesiones físicas. El Qi Kung combina ejercicios de respiración con meditación que activan el metabolismo. No produce ningún efecto secundario.

Existen dos clases de Qi Kung: estático y dinámico. El estático puede realizarse de pie o sentado. El dinámico se practica con o sin desplazamiento.

Estas diferentes tipologías tienen influencias de tipo taoísta, budista, confucionista, tendencias que se cruzan y se comparten en muchos casos.

Da Mo, reformador del templo Shaolín, introdujo los ejercicios con la finalidad de mejorar la vitalidad de los monjes para llevarlos al camino del equilibrio y apartarlos de los excesos, de acuerdo con las doctrinas budistas.

En la corriente taoísta también se desarrollaron técnicas caracterizadas por la búsqueda de la longevidad física. Ambas corrientes aprovecharon las técnicas del Dao Yin.
Tanto en el Qi Kung como en el Tai Chi demora unos meses apreciar su acción beneficiosa.

En la práctica del Qi Kung se puede producir una sudoración intensa que no se corresponde a la intensidad del ejercicio realizado. Se considera una forma de eliminar energías negativas.

Tras una sesión de cualquiera de las dos es conveniente dejar transcurrir unos 15 minutos antes de ducharse. En ningún caso el agua debe tener una temperatura diferente a la del cuerpo.

El Yoga es un sistema integral hindú que persigue una relajación profunda, tranquilidad y concentración unidos a una mayor flexibilidad y vigor físicos. Propone unas 600 posturas que activan músculos con poca actividad. Con ello se consiguen masajes naturales, que relajan zonas habitualmente contraídas.

La palabra Yoga en sánscrito procede de la raíz yug que significa yugo, unión. Por ello Yoga se traduce como integración del individuo con el todo.

Es originario de la India, donde aún persiste como tradición. Sus orígenes provienen de la época remota de la civilización indo-europea. Uno de los tratados de yoga está fechado aproximadamente 500 años antes de Cristo. De las escuelas hindúes del norte, el yoga pasó al Tibet, donde floreció. Las técnicas mentales del yoga se trasladaron a China, Japón y a todo el extremo oriente gracias a los monjes budistas que las utilizaron ampliamente.

Se plantea que el Yoga contribuye a lograr un desarrollo físico, psico-físico, mental y espiritual, así como a encontrar el equilibrio y bienestar con la unidad de cuerpo y alma, aplicando una gama de ejercicios desde una simple relajación hasta una profunda meditación.

Los efectos beneficiosos del Yoga pueden clasificarse en:

• Efectos físicos: Con diferentes posturas la elasticidad se armoniza, los órganos internos se fortifican, el sistema nervioso se equilibra, las glándulas se regeneran y el dinamismo del cuerpo en general se refuerza.
• Efectos psíquicos: El Yoga elimina diferentes aspectos negativos de la vida moderna como el sedentarismo, los bloqueos mentales generados por el estrés, el abuso de tóxicos, entre otros.

El Yoga se organiza de acuerdo a sus objetivos en ejercicios de: relajación, respiración, las posturas llamadas Asanas o ejercicios físicos y la concentración, entre otras técnicas.
Aunque necesita de un aprendizaje con personal calificado y con experiencia, es un método personal basado en la libertad y capacidad individual. Enseña al individuo a evolucionar mediante la autodisciplina.

Otras terapias conjunción mente-cuerpo: masajes, reiki y musicoterapia
Los masajes tienen su origen en la medicina hindú, la cual defiende una visión global del hombre para sanar cuerpo y espíritu. El masaje no cura, pero fortalece el cuerpo y le devuelve la energía positiva necesaria para la buena forma física y el bienestar mental.
Hipócrates, padre de la medicina, es considerado uno de los grandes impulsores de la terapéutica física. En el campo del masaje describió la llamada “anatripsis” o fricción hacia arriba que se aplicaba para mejorar la circulación. Además, impulsó métodos gimnásticos para el fortalecimiento de las extremidades para la caza, el deporte y la guerra.

Los romanos desarrollaron el masaje antes y después de los baños, la hidroterapia y la terapia de suspensión con pesas y poleas para dolencias reumáticas como la artritis. Galeno describió una gran variedad de ejercicios terapéuticos considerando la frecuencia, vigor, duración y uso de aparatos mecánicos.

El Reiki, por otro lado, sostiene que cuando la energía espiritual se canaliza, el espíritu del paciente se cura, lo cual a su vez sana el cuerpo.
Por último, la musicoterapia utiliza la música como vía de expresión de sentimientos y emociones con un sentido terapéutico.

Homeopatía, quiropráctica y fisioterapia
Existen terapias como la homeopatía, la quiropráctica y la fisioterapia que, a pesar de tener elementos de culturas ancestrales, se han nutrido con conocimientos y tecnologías más recientes.

La homeopatía se sustenta en el principio de similitud para tratar enfermedades. Sus bases fueron enunciadas por Hipócrates, pero no es hasta el siglo XIX que emerge en el mundo de la medicina con los trabajos del doctor Samuel Sahnemann. Este concluyó que toda sustancia capaz de provocar una enfermedad en un individuo sano puede curar enfermedades en dosis menores.

En la homeopatía cada paciente es valorado de forma individual teniendo en cuenta que cada uno manifiesta una enfermedad de acuerdo a sus antecedentes familiares y personales, hábitos de vida y otros aspectos que forman parte de su historia. Los medicamentos se utilizan en diluciones infinitesimales y en dependencia de su plano de acción en el organismo enfermo. Para que un medicamento sea aprobado como homeopático, debe ser sometido a estudios con individuos sanos para observar la sintomatología que produce con el fin de que pueda ser registrado y aplicado en enfermos.

La quiropráctica, por otro lado, forma parte de las terapias manuales tradicionales que tratan los problemas médicos a partir de la manipulación y el realineamiento de las diversas partes del cuerpo. Emerge como terapia reconocida en 1890 con el doctor D. Palmer, que relacionó la columna vertebral con estados de salud o enfermedad. En la quiropráctica se analiza la columna mediante rayos X o palpación y luego se ajusta manualmente para aliviar presiones en la médula espinal.

La fisioterapia actual, con conocimientos que provienen de terapias tradicionales, emplea los mismos agentes físicos utilizados en la antigüedad tales como el agua, el sonido, las cargas eléctricas, el movimiento, el calor, el frío y la luz pero hoy dispone de equipamiento especializado para aplicar las modalidades de hidroterapia, ultrasonoterapia, electroterapia, mecanoterapia, termoterapia, entre otras, para prevenir y tratar un gran número de patologías y lesiones.

Asimilar los beneficios de las terapias tradicionales ayuda a la medicina actual a incorporar elementos que favorecen la salud del hombre bajo el criterio de que “la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino el máximo estado de total bienestar físico, psíquico y espiritual que puede alcanzar una persona”