Las proporciones porcentuales de los diferentes substratos de acuerdo con la ingestión diaria de calorías se puede considerar de la siguiente forma:
Hidratos de Carbono | entre | 50% y 60% |
Proteínas | entre | 15% y 20% |
Grasas | entre | 15% y 30% |
Estas proporciones van de acuerdo al tipo de actividad desarrollada cotidianamente por la persona, su estado de salud, y otros factores. A esto se deben sumar los requerimientos diarios de vitaminas y minerales.
El contenido de elementos necesarios para el organismo, como agua, vitaminas y minerales viene dado dentro de estos tres substratos, por tanto la falencia de alguno de ellos genera inconvenientes alimenticios, y es consecuencia directa de una alimentación incorrectamente equilibrada.
A modo generalizado, el estudio del contenido de los alimentos, genera la existencia de la pirámide nutricional. En esta se resume la conveniencia de optar por determinada cantidad de tales alimentos, para asegurar (de forma básica) las necesidades diarias.
Toda actividad consume energía, y esta viene dada por el metabolismo y generada desde la incorporación de hidratos de carbono y grasas, por tanto la reposición de energía es fundamental, especialmente después de actividades deportivas o que requieren fuerzas físicas.
A modo de explicación del proceso metabólico, para la transformación de materia en energía, se convierte el glucógeno en glucosa y después en energía. Dado que la glucosa se renueva unas 15 veces al día en el torrente circulatorio, es entonces altamente recomendable el ingerir alimentos varias veces al día. Consecuencia de que sean los carbohidratos los que se almacenan como glucógenos en el cuerpo, que se recomiende como más abundante la incorporación de hidratos de carbono en la alimentación diaria.
El objetivo del metabolismo, que es transformar los tres substratos alimenticios en energía y calor, se puede sintetizar de la siguiente forma:
Hidratos de Carbono | Energía | + | Calor | + | Anhídrido Carbónico | + | Agua |
Grasas | Energía | + | Calor | + | Anhídrido Carbónico | + | Agua |
Proteínas | Energía | + | Calor | + | Anhídrido Carbónico | + | Productos Nitrogenados |
A pesar de que las proteínas no son fuente sustancial de energía para la actividad cotidiana, no se puede prescindir de su consumo por sus demás aportes.
Así vemos que las proteínas además de producir energía, calor y anhídrido carbónico, generan productos nitrogenados, los cuales se identifican como urea, ácido úrico, etc... Adicionalmente, las proteínas producen mas de diez veces el calor de combustión comparando iguales cantidades con grasas y carbohidratos. Por tanto, dado que el calor es inútil en el metabolismo energético; podríamos considerarlo un subproducto del metabolismo.
La energía es la encargada de los esfuerzos físicos, y la que mantiene otras funciones importantes como son el mantenimiento de la temperatura corporal, el crecimiento y otras funciones celulares.
El calor adicional producido por la ingesta de proteínas en exceso genera calor en demasía, el cual requiere mayor cantidad de incorporación de agua. Por eso, es poco aconsejable para los deportistas la incorporación de alimentos con mucha proteína antes de cualquier competición.
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